Un entrante muy rico, con una mezcla de sabores muy agradable y aunque algo laborioso, es muy fácil de hacer.
Es un plato que huele a verano porque es fácil de transportar para llevarlo a la playa o al campo y disfrutarlo al aire libre.
Además es perfecto para compartir con amigos o familia en esas comidas veraniegas que se prolongan toda la tarde.
Y no me negaréis que es perfecto para una cena ligera.
Ingredientes
- 2 calabacines grandes
- 200 gr. de queso untable (yo puse mascarpone)
- 100 gr. de fiambre de pavo loncheado
- 50 gr. de tomates secos
- Hojas de lechuga al gusto
- 2 ó 3 cucharadas de leche
- Aceite de oliva
Preparación
Cortamos el calabacin a lo largo en lonchas de unos 5 mms. de grosor. Con mandolina quedan todas iguales y es más fácil el corte.
Pincelamos con aceite una plancha caliente y vamos haciendo las lonchas de calabacín.
Una vez hechas todas, ponemos un papel sulfurizado tamaño bandeja y vamos poniendo las lonchas de calabacín en dos filas y ligeramente superpuestas de forma que nos quedará una base rectangular.
Batimos el queso con la leche hasta que nos quede una mezcla cremosa y fácil de extender.
Repartimos y extendemos el queso por toda la superficie de las lonchas de calabacín.
Después ponemos el pavo loncheado cubriendo todo el queso.
A continuación las hojas de lechuga repartidas por toda la superficie.
Troceamos el tomate seco y ponemos encima, repartiendo bien.
Regamos con un hilo de aceite de oliva.
Y ayudándonos con el papel, enrollamos hasta formar un rollo completo.
Refrigeramos durante 1/2 hora y ya está listo.
Cortamos en rodajas y a disfrutar.
Y una pizca de cariño.
Xiana.
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