Unas rosquillas distintas a las de toda la vida, pero no por ello menos ricas y también muy fáciles.
Empezamos una época en la que los dulces estarán presentes en nuestras mesas todos los días y las rosquillas merecen unirse a estas celebraciones y acompañar a polvorones y hojaldrinas.
Ingredientes
- 3 huevos XL (ó 4 M )
- 560 gr. de harina + harina para amasar
- 1 sobre de levadura Royal
- 200 gr. de leche condensada
- 100 ml. de licor de anís
- 40 gr. de azúcar
- Una pizca de sal
- Ralladura de 1 limón
- Aceite de girasol para freir
- Azúcar para rebozar las rosquillas fritas
Preparación
Batimos ligeramente los huevos con el azúcar y una pizca de sal.
Añadimos la leche condensada y batimos hasta integrar.
Incorporamos la ralladura de limón y el anís, mezclamos.
Añadimos la harina tamizada con la levadura, mezclamos y amasamos sobre una mesa enharinada.
Formamos una bola con la masa, tapamos y dejamos reposar durante 5-10 minutos.
Para hacer las rosquillas cogemos porciones de masa, hacemos unos rulos y unimos los extremos formando las rosquillas.
Procuraremos que sean todas de un tamaño parecido, aunque el encanto de las rosquillas es que no sean iguales.
Calentamos bastante aceite ( suficiente para que las rosquillas floten ) en una sartén y
freímos las rosquillas hasta que estén doraditas.
Sacamos y dejamos sobre papel de cocina para que pierdan el exceso de aceite. Rebozamos con azúcar.
Debemos esperar a que estén frías para poder saborearlas.
Guardadas en una caja de lata aguantan bien varios días.
Y una pizca de cariño.
Xiana
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