Típica de la región italiana de Liguria, debe su nombre a que era en Pascua cuando se cocinaba y debido a que algunos ingredientes eran escasos se convirtió en un plato especial.
Los emigrantes italianos la llevaron a América en el siglo XIX y se convirtió, con algunas variantes, en un plato típico de algunos países de Sudamérica.
Hoy día está extendida por todo el mundo y se ha enriquecido con los ingredientes de cada lugar.
Hoy tenemos una pascualina muy gallega, porque le he puesto grelos, (la original lleva espinacas o acelgas), y requesón en lugar de ricota.
Y con esta versión gallega salió realmente rica.
Ingredientes
- 2 placas redondas de masa quebrada
- 1 cebolla mediana
- 1/2 kg. de grelos
- 200 gr. de requesón
- 7 huevos XL
- 100 ml. de nata 35% MG
- 2 cucharadas de queso parmesano rallado
- Nuez moscada
- Sal
- Pimienta
- Aceite de oliva
- 1 huevo para pincelar la masa
Preparación
Lavamos, cortamos y cocemos los grelos en agua con sal durante 10 minutos. Escurrimos y reservamos.
En una sartén con aceite freímos la cebolla durante 5 minutos. Añadimos los grelos escurridos, mezclamos bien y rehogamos dos minutos. Retiramos y reservamos.
Batimos tres huevos, añadimos la nata, mezclamos bien y salpimentamos.
Añadimos los grelos, el requesón, el queso rallado y mezclamos bien.
Agregamos 1/4 cucharadita de nuez moscada y distribuimos por toda la mezcla.
Forramos un molde con papel de horno (el que viene con la masa puede servir) y cubrimos con un disco de masa. Debemos tapar bien el fondo y los laterales. Pinchamos por todo el fondo con un tenedor.
Volcamos la mezcla de grelos y queso, repartiendola bien por todo el molde.
Hacemos unos huecos con el tenedor, distribuidos por toda la torta y casamos los cuatro huevos restantes.
Cubrimos con el otro disco de masa, pintamos los bordes de ambas y procuramos que queden sellados.
Hacemos un hueco en el centro para que respire y no se infle durante el horneado.
Pincelamos toda la superficie con huevo batido.
Horneamos, en horno precalentado a 200°, durante 35-40 minutos, vigilando que no se dore demasiado. Si es así cubrimos la superficie con papel de aluminio.
Retiramos del horno, dejamos templar y desmoldamos, ayudándonos con el papel de horno que pusimos forrando el molde.
Cuando esté templada o fría, cortamos en porciones y servimos.
Y una pizca de cariño
Xiana
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