La focaccia es el que hago con más frecuencia, porque a mis comensales les encanta.
Y desde que un italiano me dijo que tenía que añadir patata cocida a la masa, la textura es más jugosa.
Bueno, yo no añado patata cocida sino copos de puré de patata, pero igual se nota en la masa.
Y de cobertura lo que más os apetezca, con cherrys queda muy rica.
Ingredientes
- 500 gr. de harina
- 💯 gr. de copos de puré de patata
- 1 sobre de levadura de panadería
- 50 ml. de aceite de girasol
- 375 ml. de agua templada
- 1/2 cucharadita de sal fina
- Tomates cherrys
- Romero
- Aceite de oliva
- Sal Maldon o sal gruesa
Preparación
En un cuenco grande o en el bol de la Kitchen Aid ponemos la harina, los copos de patata, la levadura y la sal.
Añadimos el agua templada y el aceite de girasol, mezclamos y amasamos hasta formar una masa que se despega de las paredes del bol aunque esté algo pegajosa.
Tapamos y dejamos reposar una hora.
Pasado ese tiempo, volcamos en una mesa y amasamos durante unos minutos.
Reposo de media hora, tapada y en un lugar cálido.
A continuación estiramos y ponemos sobre una bandeja de horno forrada con papel de hornear.
Cortamos los tomatitos por la mitad y los distribuimos encima de la masa, de forma simétrica y presionando un poco para que se hundan levemente.
Dejamos reposar nuevamente la masa durante 20-30 minutos.
Antes de hornear espolvoreamos con romero y regamos con un hilito de aceite de oliva.
Horneamos, en horno precalentado a 200°, durante 30-40 minutos, hasta que veamos la superficie dorada.
Retiramos del horno, dejamos templar y regamos de nuevo con un hilo de aceite. Espolvoreamos con más romero y unas escamas de sal Maldon.
Y focaccia lista para acompañar cualquier plato o para comerla sola porque está tan rica que no necesita más.
Y una pizca de cariño
Xiana
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