Con poquitos ingredientes se consigue un plato con buena presencia y mejor sabor.
Ingredientes
- 1 plancha de hojaldre rectangular
- 12--14 fresones grandes
- Crema pastelera
Brillo
- 2 cucharadas de agua
- 1 cucharada de azúcar
- 1 hoja de gelatina
Preparación
Empezamos preparando la crema pastelera para que esté fría cuando vayamos a montar la tarta.
Es importante que esté espesa para que aguante bien el corte.
En este caso he usado una plancha de hojaldre rectangular pero podemos usar una plancha redonda y el resultado es igual de bueno.
Extendemos la lámina de hojaldre sobre un molde rectangular, dejamos debajo de la masa el papel que viene en el paquete.
Pinchamos con un tenedor toda la base del hojaldre, cubrimos con papel de horno y llenamos de garbanzos para que hagan peso y no suba al hornearlo.
Horneamos, en horno precalentado a 180°, durante 20 minutos hasta que esté dorado.
Debemos estar pendientes de que no se nos queme.
Retiramos del horno y si vemos que debajo del papel con garbanzos queda un poco crudo, horneamos de nuevo destapado durante 10 minutos.
Mientras se hornea el hojaldre preparamos el almíbar para darle brillo.
Hidratamos en agua fría la hoja de gelatina.
Calentamos el agua con el azúcar y dejamos cocer durante unos minutos (dos o tres será suficiente).
Retiramos del fuego y añadimos la hoja de gelatina, mezclamos bien hasta que se disuelva.
Dejamos enfriar el almíbar hasta que empiece a espesar para poder usarlo.
Cuando tenemos todas las elaboraciones listas es el momento de montar la tarta.
Rellenamos el hojaldre con la crema pastelera, podemos hacerlo con una cuchara o con una manga pastelera.
Cubrimos la tarta con las fresas, de la forma que queramos, cortadas o enteras.
Con un pincel de cocina repartimos el almíbar reservado por toda la superficie y espolvoreamos los bordes con azúcar glass.
Y ya tenemos un postre fácil, riquísimo y perfecto para quedar bien con poco esfuerzo.
Y una pizca de cariño
Xiana
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