Se cree que los primeros fueron creados por las monjas del convento de Los Jerónimos en Lisboa, en el barrio de Belém, de ahí su nombre.
Después de diversos avatares lo importante es que la receta ha llegado a nuestros días.
Esta es una de tantas versiones que circula por la red. Lo mejor es lo rica que está.
Ingredientes
- 2 láminas de hojaldre
- 400 ml. de leche
- 200 ml. de nata
- 130 gr. de azúcar
- 5 huevos L ó 4 XL
- 50 gr. de maizena
- 1 vaina de vainilla
- 1 palo de canela
Preparación
Reservamos medio vaso de leche y calentamos el resto con la nata, la vainilla abierta y el palo de canela.
Añadimos el azúcar y mantenemos al fuego sin que hierva.
En un bol disolvemos la maicena en la leche reservada, añadimos los huevos y mezclamos bien.
Retiramos la vainilla y la canela, añadimos la mezcla de yemas a la cazuela sin dejar de remover hasta que espese.
Retiramos, vertemos la mezcla en una fuente y tapamos con film en contacto con la crema para que no se forme costra.
Necesitaremos un molde de hacer magdalenas de 12 huecos.
Estiramos las láminas de hojaldre y cortamos círculos de masa con un cortapastas, un vaso o un aro de emplatar.
Cubrimos los huecos del molde con la masa, ajustándolos al borde.
Pinchamos el fondo de cada uno varias veces con un tenedor para que no se inflen al cocer.
Rellenamos con la crema hasta tres cuartas partes y horneamos, en horno precalentado a 200°, durante 25--30 minutos.
Retiramos del horno y dejamos templar unos 10 minutos antes de desmoldar.
Durante 24 horas están buenos porque el hojaldre se mantiene crujiente, pero incluso después, aunque se reblandecen están riquísimos.
Con estas cantidades me salieron 24 exquisitos pastéis de Belém.
Y una pizca de cariño
Xiana
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