Y no hablemos del olor que queda en casa cuando hacemos pan, ese olor a hogar, a cosas hechas con cariño y que invita a sentarse a la mesa y a disfrutar.
Ingredientes
- 450 gr. de harina blanca
- 50 gr. de harina de centeno
- 15 gr. de levadura fresca de panadero
- 1 cucharadita de sal
- 350 cc. de agua templada
Preparación
Mezclamos las harinas con la levadura desmenuzada.
Añadimos la sal y el agua y amasamos durante 8-10 minutos.
Aunque veamos que la masa está blanda irá endureciendo con los amasados sucesivos.
Después del primer amasado dejamos reposar 10 minutos y volvemos a amasar durante 8 minutos. Dejamos reposar otros 10 minutos y volvemos a amasar durante 8 minutos, dejamos reposar otros 10 minutos y volvemos a amasar. Pasamos la masa a un bol enharinado y dejamos reposar, tapada, hasta que doble su volumen.
Pueden ser una o dos horas, depende de la temperatura del ambiente.
Cuando haya crecido repartimos la masa en 8 partes más o menos iguales. Cortamos ocho cuadrados de papel de hornear y ponemos cada porción de masa sobre cada uno en una fuente de horno.
En la foto se aprecia como queda para que al crecer no se peguen entre sí. Espolvoreamos con harina, hacemos un corte con una tijera en cada panecillo y dejamos reposar hasta que doblen de tamaño.
Precalentamos el horno a 240° y horneamos durante 10 minutos. Bajamos la temperatura a 190° y cocemos durante 15-20 minutos más.
El tiempo es orientativo, sabremos que están cocidos cuando los panecillos están dorados y suenan huecos al golpearlos ligeramente con los nudillos.
Y una pizca de cariño
Xiana
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