Es todo un proceso que disfruto cada vez que hago pan y sobre todo la satisfacción que siento cuando el pan sale del horno.
No es fácil conseguir una masa perfecta, casi nunca se consigue y siempre es mejorable, pero cómo se disfruta intentándolo.
Hoy traigo un pan realmente rico y que me sorprendió tanto por su sabor como por su textura.
Ingredientes
250gr. de harina
130cc. de agua templada
50gr. de levadura de panadero
75gr. de nueces peladas
15gr. de azúcar
5gr. de sal
Preparación
Formamos un volcán con la harina tamizada y añadimos el azúcar, la sal, la levadura desmigada y mezclamos. Añadimos el agua y amasamos por lo menos durante 5 minutos. Cuando la masa ya apenas se pegue a las manos añadimos las nueces picadas, distribuimos bien y amasamos ligeramente.
Hacemos una bola con la masa y ponemos en un bol, espolvoreada de harina y tapamos con un film. Dejamos fermentar media hora o hasta que doble su tamaño.
Volvemos a amasar ligeramente y formamos bolas de 50 - 60 gramos cada una.
Forramos una bandeja de horno con papel sulfurizado y ponemos las bolas de masa separadas entre sí y levemente enharinadas.
Tapamos con un paño y dejamos reposar unas diez minutos.
Precalentamos el horno a 180° e introducimos la bandeja. Horneamos durante 15 minutos aproximadamente.
Sacamos y dejamos enfriar los panecillos sobre una rejilla.
Para que salgan crujientes introducimos en el horno, durante la cocción, un bol o una bandeja con agua. El vapor mantendrá la humedad en la corteza.
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