Es un bizcocho tan sencillo que se podría pensar que es muy simple,pero nada más lejos, la harina de maíz le aporta un sabor distinto y una textura suave que lo hace exquisito para una merienda especial.
Cuando quiero hacer algo rápido pero sorprendente siempre se me ocurre este bizcocho.
Ingredientes
- 125 gr.de harina de maíz
- 125 gr.de mantequilla
- 250 gr.de azúcar
- 1cucharadita de levadura en polvo
- 4 huevos
- 1 cucharadita de azucar vainillado
Preparación
Separar las yemas de las claras y montar estas a punto de nieve. Reservar.
En otro bol batir bien las yemas con el azúcar y la mantequilla a punto de pomada y el azúcar vainillado.
En otro bol batir bien las yemas con el azúcar y la mantequilla a punto de pomada y el azúcar vainillado.
Mezclar la harina de maíz con la levadura y añadir poco a poco a la mezcla de llevas hasta que esté bien mezclado.
Añadimos las claras con movimientos envolventes y suaves para que no pierda el aire y salga un bizcocho suave y esponjoso.
Untar de mantequilla y harina un molde (yo lo prefiero alargado ,creo que queda más jugoso aunque puede ser una manía).
Precalentar el horno a 180 grados e introducir el bizcocho, cocer durante 30 minutos aproximadamente. Comprobar el punto de cocción pinchando con una aguja, si sale seca está en su punto. Una vez cocido dejar templar sobre una rejilla y desmoldar.
Una vez frío, acompañado de un café, es una merienda deliciosa y con sabor y textura sorprendentes.
Y una pizca de cariño.
Xiana.
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