Es un básico en mi cocina y el ingrediente principal de otras salsas como la salsa rosa o la salsa tártara (en otro momento las pondré).
Aunque las salsas mahonesas industriales están muy conseguidas, y en algún momento he utilizado, me gusta hacer mi propia mahonesa.
Tenemos que utilizarla en un período máximo de 24 horas y siempre debe estar refrigerada.
Hay que tener precaución porque no es una salsa que podamos conservar, lleva huevo crudo, que es muy perecedero y de fácil contaminación por las bacterias.
Ingredientes
1 huevo
300cc. de aceite de girasol
Vinagre de Jerez
Sal
Preparación
Ponemos en el vaso de la batidora 250cc. de aceite,el huevo, 1/4 cucharadita de sal y un chorrito de vinagre.
Metemos el brazo de la batidora hasta el fondo del vaso y empezamos a batir sin mover la batidora.
La salsa empezará a emulsionar. Cuando esté casi todo el aceite integrado, vamos levantando despacio la batidora y empezamos a moverla para terminar de integrar los ingredientes.
A continuación añadimos el resto de aceite y comprobamos si está bien de sal y vinagre, si no fuera así, rectificamos y volvemos a batir despacio, brevemente, hasta integrarlo todo.
Y ya tenemos la mahonesa preparada para condimentar cualquier plato.
A partir de este momento conservar siempre en frío.
He utilizado aceite de girasol para que no resulte un sabor demasiado fuerte y eclipse al plato que acompaña. Pero puede utilizarse cualquier aceite.
Y una pizca de cariño
Xiana.
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